En tarde nubosa y con un poco de lluvia se lidiaron 6 toros de Teofilo Gomez para Miguel Angel Perera, Arturo Macias y Gerardo Adame que tomo la alternativa.
Miguel Angel Perera (canela y oro y cabos negros)
En su primer astado el cual fue duramente protestado por falta de trapío, no se pudo acomodar y ademas la gente no lo dejo hacer nada y opto por matar al toro.
A su segundo, “Copetón”, lo lanceó bien a la verónica y con la muleta cuajó una faena emotiva con series de derechazos sin enmendar el terreno, cambiando las lanzas por cañas. Naturales con algún sustito y terminó en terrenos comprometidos toreando en redondo. Concluyó de estocada honda y trasera para cortar una oreja.
Sin embargo, no conforme con lo realizado, pide un toro de regalo de El Junco, que mansurroneó y al que el torero entendió de manera estupenda a base de derrochar oficio, técnica y toreo brillante por ambos perfiles bajo las notas musicales de “Pelea de Gallos”. Toreo circular en un espacio reducido y cuando tenía ganadas las orejas malogró todo con un pinchazo, una estocada y un golpe de descabello, siendo ovacionado en los medios.
Arturo Macias (palo de rosa y oro)
El popular "cejas" ha tenido, sobre todo en su segundo astado, “Agua Nueva”, una actuación de reencuentro con el público y consigo mismo. Tras estar empeñoso con el capote, sobre todo en un quite por chicuelinas, su trasteo de muleta ha tenido variedad y asentamiento, desde el espectacular toreo de rodillas hasta las sobrias series con la sarga ejecutadas por ambos pitones, consintiendo al “socio”. Adornos como el trincherazo, los cambiados por la espalda, los de pecho, el molinete y las joselillinas, así como el toreo en redondo fueron aderezando su labor con “Pelea de Gallos” como fondo musical. Mató defectuosamente de estocada que atravesó y dos golpes de descabello para que se le otorgara una oreja que le fue protestada.
Antes, en su primero se vio variado y entusiasta con el capote, sobre todo en un quite por gaoneras y con la muleta estructuró un quehacer valiente y arrebatado pero que le faltó rematarlo con el estoque. Se puso pesado al matar y le sonaron un aviso.
Gerardo Adame(corinto y oro)
Una vez que abandonó las filas novilleriles era más atractivo ver ahora como matador de toros a Gerardo Adame, de corinto y oro, con faja y corbatín en rosa, y la verdad es que ha dejado un grato “sabor de boca”, dejando ver que en él hay una fuerte promesa. En su primero, el de la alternativa, número 677, llamado “Vuela Alto” y con 463 kilos, le echó voluntad con el capote, destacando sus tafalleras a pesar de sufrir un tropezón. Brindó la faena a sus padres para realizarla con cadencia y ritmo en las dos manos, aunque nos quedamos con sus naturales. Manoletinas para terminar pero falló al matar y todo quedó en salida al tercio.
Y con su segundo veroniqueó con gusto y quitó mejor por ceñidas saltilleras. Brindó su trasteo a su maestro apoderado, el diestro retirado Luis Fernando Sánchez y precisamente bajo las notas del pasodoble que lleva su nombre, Gerardo empezó con ayudados por alto para después ejecutar una valerosa y más que empeñosa faena, metiéndose entre los pitones y sacando muletazos de gran mérito. El trasteo estaba hecho y finalizó de pinchazo y estocada para dar vuelta al ruedo cuando bien se le pudo haber otorgado una oreja pero no fue así a juicio de la autoridad en la plaza.
Miguel Angel Perera (canela y oro y cabos negros)
En su primer astado el cual fue duramente protestado por falta de trapío, no se pudo acomodar y ademas la gente no lo dejo hacer nada y opto por matar al toro.
A su segundo, “Copetón”, lo lanceó bien a la verónica y con la muleta cuajó una faena emotiva con series de derechazos sin enmendar el terreno, cambiando las lanzas por cañas. Naturales con algún sustito y terminó en terrenos comprometidos toreando en redondo. Concluyó de estocada honda y trasera para cortar una oreja.
Sin embargo, no conforme con lo realizado, pide un toro de regalo de El Junco, que mansurroneó y al que el torero entendió de manera estupenda a base de derrochar oficio, técnica y toreo brillante por ambos perfiles bajo las notas musicales de “Pelea de Gallos”. Toreo circular en un espacio reducido y cuando tenía ganadas las orejas malogró todo con un pinchazo, una estocada y un golpe de descabello, siendo ovacionado en los medios.
Arturo Macias (palo de rosa y oro)
El popular "cejas" ha tenido, sobre todo en su segundo astado, “Agua Nueva”, una actuación de reencuentro con el público y consigo mismo. Tras estar empeñoso con el capote, sobre todo en un quite por chicuelinas, su trasteo de muleta ha tenido variedad y asentamiento, desde el espectacular toreo de rodillas hasta las sobrias series con la sarga ejecutadas por ambos pitones, consintiendo al “socio”. Adornos como el trincherazo, los cambiados por la espalda, los de pecho, el molinete y las joselillinas, así como el toreo en redondo fueron aderezando su labor con “Pelea de Gallos” como fondo musical. Mató defectuosamente de estocada que atravesó y dos golpes de descabello para que se le otorgara una oreja que le fue protestada.
Antes, en su primero se vio variado y entusiasta con el capote, sobre todo en un quite por gaoneras y con la muleta estructuró un quehacer valiente y arrebatado pero que le faltó rematarlo con el estoque. Se puso pesado al matar y le sonaron un aviso.
Gerardo Adame(corinto y oro)
Una vez que abandonó las filas novilleriles era más atractivo ver ahora como matador de toros a Gerardo Adame, de corinto y oro, con faja y corbatín en rosa, y la verdad es que ha dejado un grato “sabor de boca”, dejando ver que en él hay una fuerte promesa. En su primero, el de la alternativa, número 677, llamado “Vuela Alto” y con 463 kilos, le echó voluntad con el capote, destacando sus tafalleras a pesar de sufrir un tropezón. Brindó la faena a sus padres para realizarla con cadencia y ritmo en las dos manos, aunque nos quedamos con sus naturales. Manoletinas para terminar pero falló al matar y todo quedó en salida al tercio.
Y con su segundo veroniqueó con gusto y quitó mejor por ceñidas saltilleras. Brindó su trasteo a su maestro apoderado, el diestro retirado Luis Fernando Sánchez y precisamente bajo las notas del pasodoble que lleva su nombre, Gerardo empezó con ayudados por alto para después ejecutar una valerosa y más que empeñosa faena, metiéndose entre los pitones y sacando muletazos de gran mérito. El trasteo estaba hecho y finalizó de pinchazo y estocada para dar vuelta al ruedo cuando bien se le pudo haber otorgado una oreja pero no fue así a juicio de la autoridad en la plaza.
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